Marx y América Latina
José Aricó
Catálogos Editora, Argentina, 1988 (1980) pp 203-242 |
EPÍLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN I Tal como se ha insistido reiteradas veces en el texto que hoy intenta una nueva edición, mi propósito al emprender lo que podría llamar una lectura "contextual", no ya del marxismo, sino del propio Marx, era el de construir una perspectiva adecuada, o por lo menos crítica, para encarar de manera no ritual ni abstracta la vexata quaestio del lugar paradójico que ocupa América Latina en su pensamiento. Y digo así porque bien vale lá pena recordar que ya en el debate que comprometió a apristas y, marxistas desde fines de los años veinte emergió el problema de la necesidad de poner a prueba Ia validez de de ese compacto cuerpo de doctrinas que era el marxismo de la III Internacional, claro está a partir de la heterodoxia de Europa representada por América. Fue precisamente por esos años cuando los trabajos de Marx sobre la India, o las irritantes expresiones de Engels sobre México, fueron exhumados por un movimiento que comenzaba a preguntarse por su identidad y su destino.
Muchos años transcurrieron desde entonces; años preñados de grandes convulsiones, de inauditas transformaciones que han dejado como saldo la pérdida del sentido de una historia en cuya prevista dirección ascendente se basó por largo tiempo la confianza en la futura liberación humana. Revestidas del aroma ideológico que les otorgó la vulgata marxista, en el interior de la cual adquirían la robustez de tendencias cuyas dimensiones objetivas permitían analizarlas con el rigor de la ciencia, las antiguas seguridades y
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